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Las Obras

Notas sobre el artista
Ignacio Suárez Blanco
Avilés, 1985. Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca, su presentación al público fueron contundentes ensamblajes que sobrepasaban con mucho los límites bidimensionales de lo pictórico para acercarse sin comedimiento a lo tridimensional, más allá incluso de lo escultórico. A continuación, pasó a la fotografía intervenida para volver casi definitivamente a la pintura y el dibujo, que es lo que enseña en su academia. Su obra, de raigambre surrealista, tiene que ver con la liberación de los deseos y en ella suele usar una multiplicidad de imágenes, que se enfrentan a veces de forma dialéctica, en series como la titulada “Paralelismos”, que presentó en 2017 en el Manglar de Oviedo y en la que combinaba obras maestras de la pintura y fotos de diferentes épocas.
EXPOSICIONES
Pictorialismo Post Scriptum, que presentó en la Sala Borrón de Oviedo en 2010
Apuntes sobre la imagen del deseo, que llevó a la Galería Texu de Oviedo en 2011
Transfiguraciones, mostrada en el Valey Centro Cultural de Castrillón en 2014
La mirada violeta, que presentó en la Galería Octógono de Avilés en 2017 y unos meses más tarde en la exposición colectiva FOV, basada en la ópera Fuenteovejuna y en sus temas esenciales, el abuso de poder y la violencia contra las mujeres. En esta exposición, celebrada en colaboración con Ópera de Oviedo, participaron también sus alumnos de la academia y él diseñó el cartel. La serie violeta, como su título expresa, es una mirada sobre las mujeres y el feminismo, reflejada en un mosaico de retratos femeninos y de líderes del movimiento.
COLECCIÓN MVURJC
Ausencias, 2006. Técnica mixta sobre madera
Ignacio Suárez Blanco
Nacho Suárez que destaca por la pedagogía de la creación artística, por colaborar y trabajar con alumnos de institutos para proyectar el arte a los niños, realizó este trabajo abstracto, de inspiración analítica que recuerda tanto trabajos cubistas como conceptuales. En sus trabajos la superficie adquiere una consistencia táctil y accidentada, incisiones y ralladuras salpican la piel de la pintura produciendo diversas conmociones. Los campos de color se extienden en diferentes estratos, relacionándose en una abigarrada danza que confiere a la obra una apariencia cenagosa. De esta manera se puede explicar que, a pesar de encontrarnos con una pintura teóricamente próxima a la abstracción, hallemos, en la misma, claras referencias al mundo real.
