Notas sobre el artista

Andrés Planas

Andrés Planas se sumergió en el mundo del arte de forma circunstancial, es decir, no ha sido su oficio y, como tantos, sus primeros pasos en este mundo fueron básicamente reinventando la pintura de otros.

Lo más revelador de esta primera década creativa de Planas, es que produce obras de distinta procedencia señaladas por las huellas de lo primario e ingenuo. La aparente anarquía de su trabajo le vincula irremediablemente con el art autre, aquel que se define como una estética de lo informal, donde lo espontáneo y lo irracional justifican su existencia, y las cosas cotidianas más triviales adquieren una coherencia y una carga intelectual propias del que ama la tradición, pero precisa del presente para reinventarse.

Con el comienzo del milenio, la obra de Planas experimenta una mutación y parece decirnos que lo que vale es mostrarse claro, directo, sin trampa ni cartón. Frente a las obras de aquellos años se entiende sencillamente que la pintura es la pintura. Se vuelca en suscitar atmósferas inmateriales sublimadas por el color y la luz. En las que, además, existe una búsqueda por una nueva modulación espacial mediante monocromos y recreando espacios indeterminados. Todo enrevesamiento en el análisis de la obra de Planas caería en el ridículo por exceso de discurso sofisticador.

Precisamente por lo contrario de la retórica europea, Andrés Planas se acerca a los artistas norteamericanos adscritos al expresionismo abstracto y tan seducidos por la luz, como por la oscuridad y los colores sensuales. Debido a esa influencia, fue ampliando el formato del lienzo para suscitar en el espectador una sensación de sumergimiento sensorial en la imagen, a la manera de pintura arquitectónica que, lejos de continuar con una tradición figurativa o impresionista, logra conmover al espectador con un puro tratamiento de superficies y tensiones entre la oposición de distintos colores.

A partir de 2010, Andrés Planas se aleja de la complacencia y se enfrenta a temas más ásperos. Educación, sexo, violencia, política, consumo, muerte o religión son asuntos tratados en series como «Meditecráneo», “La tentaciones de Santa Águeda”, “Wunderkammer”, “innerBooks” y en los collages de “Fashion/off” y «No sex, please».

Demuestra solvencia en un conceptualismo visceral cercano, en ocasiones, a los postulados del punk, aunque no por ello abandona un territorio conocido, la abstracción formal, para realizar un homenaje personal a Malévich, (“Cuadrado sobre cuadrado”), o un tributo a la memoria de Jorge Oteiza.

 

Web del autor: http://www.andres-planas.com/es/

COLECCIÓN MVURJC

Sin Título, 2004

Andrés Planas

El color domina en esta y la mayoría de sus creaciones. El color en mayúsculas; un azul klein que hace suyo e impregna muchas de sus obras.

Andrés Planas experimenta en esta obra con unidades mínimas de composición cuyo resultado es una propuesta formulada por encima de cualquier condicionamiento ideológico, social o personal. Todos los elementos visuales se mueven en un único plano y en la misma superficie. Es arte emancipado de cualquier paradigma y en cuya factura únicamente intervienen la forma y el color, los dos parámetros que constituyen en esencia la pintura.