Beatriz Vidal-Quadras Ferrer-Vidal, cariñosamente conocida como Miuca, nació en Barcelona el 19 de marzo de 1934, en el seno de una familia de la alta burguesía catalana con larga tradición artística. Su padre, Luis Vidal-Quadras, fue dibujante y decorador con amplia clientela; su tío, José María Vidal-Quadras (Pepín) fue un pintor y retratista muy reconocido y valorado dentro del ambiente artístico catalán; su primo Alejo Vidal-Quadras era destacado un prestigioso retratista a nivel internacional.

Su vuelta a la Ciudad Condal, en 1952, marca el inicio de su asistencia como alumna libre a las clases de la Escuela de Bellas Artes de Barcelona, donde estudia dibujo y pintura al óleo.

En 1958 se traslada a vivir por un año a México DF y Estados Unidos donde realiza gran cantidad de retratos por encargo, la mayoría de ellos al carboncillo y pastel.

En 1973 decide ingresar en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando en Madrid finalizando brillantemente su carrera en 1978. En este último curso, participa en su primera exposición colectiva en la Casa de Velázquez.

A partir de 1980, por motivos laborales de su marido, reside seis meses al año en México DF y sigue viajando incesantemente por Iberoamérica (Brasil, Chile, Argentina, Perú, Uruguay).

Es en la ciudad de México donde conoce a Lucille Wong, artista chino-mexicana de reconocido prestigio en su país, que le inicia en el grabado sobre madera. A través de ella entra en contacto con el renombrado grabador, pintor y escultor Martín del Campo. Este artista le enseña diversas técnicas de grabado en cobre.

Su exposición más reciente fue en la Fundación Pons de Madrid, del 15 al 29 de octubre de 2010.

Miuca fallece en Madrid en febrero de 2013 pero nos deja como legado su obra que refleja su amor por la belleza y «joie de vivre».